31 Aquel día fueron batidos los filisteos desde Mikmás hasta Ayyalón
y la gente quedó extenuada.
32 La tropa se arrojó sobre el botín y tomando ganado menor, bueyes
y terneros, los inmoló sobre el suelo y lo comieron con la sangre.
33 Avisaron a Saúl: «El pueblo está pecando contra Yahveh comiendo
la sangre.» El entonces dijo: «Habéis sido infieles. Rodadme hasta aquí una
piedra grande.»
34 Luego dijo: «Repartíos entre el pueblo y decidles: que cada uno
traiga su buey o su carnero; los inmolaréis aquí y comeréis, sin pecar contra
Yahveh por comerlo con sangre.» Todos los hombres llevaron cada cual lo
que tenía aquella noche y lo inmolaron allí.
35 Alzó Saúl un altar a Yahveh; este fue el primer altar que edificó.
36 Saúl dijo: «Bajemos durante la noche en persecución de los
filisteos y saqueémoslos hasta el amanecer; no dejaremos ni un solo
hombre.» Le respondieron: «Haz lo que mejor te parezca.» Pero
el
sacerdote dijo: «Acerquémonos aquí a Dios.»
37 Consultó Saúl a Dios: «¿Bajaré en persecución de los filisteos?
¿Los entregarás en manos de Israel?» Pero no respondió en aquella ocasión.
38 Entonces dijo Saúl: «Acercaos aquí todos los principales del
pueblo. Investigad en qué ha consistido el pecado de hoy.
39 ¡Vive Yahveh! que ha salvado a Israel, que aunque se trate de mi
hijo Jonatán, morirá sin remisión.» Nadie del pueblo se
atrevió a
responderle.
40 Dijo a todo Israel: «Poneos a un lado, y yo y mi hijo Jonatán nos
pondremos al otro», y el pueblo respondió a Saúl: «Haz lo que mejor
te
parezca.»
41 Dijo entonces Saúl: «Yahveh Dios de Israel, ¿por qué no respondes
hoy a tu siervo? Si el pecado es mío o de mi hijo Jonatán, Yahveh Dios de
Israel, da = urim; = si el pecado es de tu pueblo Israel, da = tummim =.»
Fueron señalado Saúl y Jonatán, quedando libre el pueblo.
42 Saúl dijo: «Sortead entre mi hijo Jonatán y yo»; y fue señalado
Jonatán.